Miguel Cardoza
San Fernando de Apure
La
semana pasada voceros del Consejo Presidencial Campesino anunciaron un
reimpulso de la Misión Agrovenezuela e incluso el inicio de un nuevo registro
para saber con qué productores se cuenta en todo el país y verificar las
condiciones en las que laboran, entre otros aspectos.
Sin
embargo, esta renovación, que oficialmente se anuncia como una nueva fase de
este programa social, se trata del reconocimiento de que no funcionó, considera
el concejal Héctor Ceballos del partido Fuerza Ciudadana. “No se llenaron las expectativas creadas a los
campesinos, a los agricultores apureños, en particular menos a los biruaquenses
en lo que respecta a los financiamientos programados hasta ahora”, resaltó el
también productor, argumentando que siguen creando solo “esperanzas”, porque la
necesidades de créditos cada día son más altas y no son satisfechas, pese a que
“son aún más urgentes por las condiciones de deficiencias en las que se
trabaja, por la desatención del Estado”.
Sobre
la estatal que surte de insumos agrícolas, luego de la expropiación a una
reconocida empresa privada, manifestó que no ha cumplido con el rol que le
corresponde, por lo contrario, pese a ser la garantía de distribución de los
insumos para la producción agropecuaria "opera con ineficiencia, tiene venta
controlada, allí también hay escasez y presenta
problemas con el manejo de la distribución”.
El ingeniero cuestionó que en las sedes no hay insumos,
mientras que en las calles los revendedores sí ofertan productos que deberían
estar en los anaqueles de dicha empresa estatal. “Agropatria es la empresa que representa
la quiebra del sueño productivo campesino y es la mano derecha de
Agrovenezuela”, por ello cree que insistir en esta misión es el fracaso en
políticas para el sector productivo. El edil explicó que cuando se politiza el crédito
agrícola se garantiza la evasión del pago del financiamiento, por considerarse
un beneficio político, por lo tanto la producción cae, se genera la quiebra, y
luego el gobierno se defiende “con el cuento de la guerra económica”.
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