@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
Apure
cuenta con alrededor de 60 % de la aves
venezolanas, que aunque no vivan en la entidad de manera permanente, pueden ser
divisadas en alguna época del año, dicho todo esto por expertos en observación de aves que visitaron y
que aún visitan esta región llanera provenientes de los 5 continentes.
Toda
esa “magia” de la mejor época
del auge del turismo en Apure y en Venezuela fue en la década de 1990 – 2000,
cuando en San Fernando arribaban 2 vuelos comerciales, uno en las mañanas y
otro en las tardes, iban y venían llenos de pasajeros en la ruta Caracas – San
Fernando – Puerto Ayacucho y viceversa, donde un promedio de 300 turistas extranjeros
tocaban tierra sanfernandina semanalmente, dispuestos a visitar alguno de los
Campamentos Turísticos de Apure, recuerda un ingeniero con amplio conocimiento
en el área que prefiere reservar su nombre porque trabaja para el Estado.
Los
vuelos comerciales se sostenían por esos turistas extranjeros que poco a apoco
dejaron de visitar y por otro lado, las empresas de transporte turístico
incorporaron sus unidades al trasporte urbano y extra urbano. No fue sino hasta
este año cuando se reinician los vuelos comerciales a San Fernando, pero
frecuencia de unas 3 veces por semana.
“Mucho
se criticó en aquel entonces de que las visitas a esos campamentos no dejaban
nada, ya que venían con un paquete turístico pagado desde su país de origen,
sin embargo, un 90 % de las comidas y las bebidas consumidas por esos visitantes eran compradas en San
Fernando u otros pueblos del interior como Achaguas y Mantecal, además, las
empresas encargadas de prestar el servicio de transporte turístico hacia los
campamentos eran apureñas, y por supuesto las compras eran en dinero constante
y sonante y el pago del trasporte era puntual. No se quedaba ni un dólar de
algún turista, pero sí se quedaban muchos bolívares y unos cuantos empleos, hoy
es realidad que esos empleos se perdieron, no existen”, expuso.
La
baja de la actividad turística a finales de la década de los 90 y comienzos del
2000 se empezó a sentir en todo el país. Las grandes operadoras turísticas
comenzaron a informar que Venezuela estaba dejando de ser un atractivo
turístico para Norteamérica y Europa, que eran los continentes de donde
provenían la con mayor cantidad de contingente de vacacionistas del exterior.
“Se
empezó a ver como un país militarista, inseguro políticamente, con una
inseguridad al ciudadano creciente, lo que motivó a colocar a Venezuela dentro
de los países poco seguros o de riesgo para el visitante, produciendo una caída
vertiginosa de la actividad turística, siendo el 2014 el año que ha tenido la
peor etapa de una crisis sin precedente”, resalta el experto.
Sugiere
al Gobierno Nacional y los gobiernos regionales tener una visión de futuro muy
amplia para poder devolver la confianza que el sector necesita para reactivar
sus operaciones, tanto en los llanos apureños como en Venezuela, ya que parte
de la infraestructura está allí, y solo requiera de acondicionamiento para
volver a estar operativa.
Destaca
que ello solo es posible cuando se entienda que el turismo, como actividad
económica lucrativa. Enfatizó que el turismo es una fuente generadora de empleo
y de muchas divisas Recomienda adoptar las acciones puestas en práctica por países
muy pobres económicamente, pero donde la gran mayoría de su población vive del turismo.
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