lunes, 15 de diciembre de 2014

El turismo en Apure ha pasado “de la opulencia a la decadencia”

Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure

Apure cuenta con  alrededor de 60 % de la aves venezolanas, que aunque no vivan en la entidad de manera permanente, pueden ser divisadas en alguna época del año, dicho todo esto por expertos en observación de aves que visitaron y que aún visitan esta región llanera provenientes de los 5 continentes.
Toda esa “magia” de la mejor época del auge del turismo en Apure y en Venezuela fue en la década de 1990 – 2000, cuando en San Fernando arribaban 2 vuelos comerciales, uno en las mañanas y otro en las tardes, iban y venían llenos de pasajeros en la ruta Caracas – San Fernando – Puerto Ayacucho y viceversa, donde un promedio de 300 turistas extranjeros tocaban tierra sanfernandina semanalmente, dispuestos a visitar alguno de los Campamentos Turísticos de Apure, recuerda un ingeniero con amplio conocimiento en el área que prefiere reservar su nombre porque trabaja para el Estado.
Los vuelos comerciales se sostenían por esos turistas extranjeros que poco a apoco dejaron de visitar y por otro lado, las empresas de transporte turístico incorporaron sus unidades al trasporte urbano y extra urbano. No fue sino hasta este año cuando se reinician los vuelos comerciales a San Fernando, pero frecuencia de unas 3 veces por semana.
“Mucho se criticó en aquel entonces de que las visitas a esos campamentos no dejaban nada, ya que venían con un paquete turístico pagado desde su país de origen, sin embargo, un 90 % de las comidas y las bebidas consumidas por esos visitantes eran compradas en San Fernando u otros pueblos del interior como Achaguas y Mantecal, además, las empresas encargadas de prestar el servicio de transporte turístico hacia los campamentos eran apureñas, y por supuesto las compras eran en dinero constante y sonante y el pago del trasporte era puntual. No se quedaba ni un dólar de algún turista, pero sí se quedaban muchos bolívares y unos cuantos empleos, hoy es realidad que esos empleos se perdieron, no existen”, expuso.
La baja de la actividad turística a finales de la década de los 90 y comienzos del 2000 se empezó a sentir en todo el país. Las grandes operadoras turísticas comenzaron a informar que Venezuela estaba dejando de ser un atractivo turístico para Norteamérica y Europa, que eran los continentes de donde provenían la con mayor cantidad de contingente de vacacionistas del exterior.
“Se empezó a ver como un país militarista, inseguro políticamente, con una inseguridad al ciudadano creciente, lo que motivó a colocar a Venezuela dentro de los países poco seguros o de riesgo para el visitante, produciendo una caída vertiginosa de la actividad turística, siendo el 2014 el año que ha tenido la peor etapa de una crisis sin precedente”, resalta el experto.
Sugiere al Gobierno Nacional y los gobiernos regionales tener una visión de futuro muy amplia para poder devolver la confianza que el sector necesita para reactivar sus operaciones, tanto en los llanos apureños como en Venezuela, ya que parte de la infraestructura está allí, y solo requiera de acondicionamiento para volver a estar operativa.

Destaca que ello solo es posible cuando se entienda que el turismo, como actividad económica lucrativa. Enfatizó que el turismo es una fuente generadora de empleo y de muchas divisas Recomienda adoptar las acciones puestas en práctica por países muy pobres económicamente, pero donde la gran mayoría de su población vive del turismo.

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