@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
Alejandro
Aguirre es oriundo del estado Bolívar, donde reside con su familia. Su hijo es
habitante de San Fernando desde que decidió casarse. Hace un mes sufrió un
accidente en una motocicleta y presentó 3 fracturas en la pierna derecha, otra en el brazo y una en el pie.
Urge
la realización de una operación, sin embargo, luego de 4 días de ingresado al
Hospital Pablo Acosta Ortiz tras ser estabilizado fue llevado a una sala del 4to
piso y, según Aguirre, la atención ha decaído. “La pierna se le ha reducido”,
agregó. Señaló además que sólo acuden a suministrarle el tratamiento.
“Están
aplicando una vacuna, todo el que entra con fracturas o por cesárea tiene que
pagar 30 o 40 millones de bolívares (…) No me han operado a mi hijo porque la
poquita plata que traje de Ciudad Bolívar la gasté en el tratamiento y ya no
tengo recursos, siento una gran impotencia”, dijo el denunciante solicitando
que se investigue el caso.
Pide
que los organismos de inteligencia metan la lupa en el centro de salud. “Hay
algunos profesionales que se están beneficiando del pueblo de esta forma,
quizás el gobernador no se da cuenta que están cometiendo estas
irregularidades. Allí se sabe que se cobra vacuna a quienes ingresan por
traumatologías u operación”, afirmó.
Manifestó
que se ha reunido con el director y subdirector sin tener respuesta efectiva.
“A todos los funcionarios les he llorado y suplicado pero me dicen que el
aparato se perdió, que no vino el anestesiólogo, el quirofanista no está,
o no hay insumos”, dijo en espera de que
le brinden respuesta ya que asegura está desesperado por la situación de su
hijo.
Otro caso
Máximo
Rangel es un ciudadano indígena habitante del Capanaparo, municipio Pedro Camejo,
su hijo Jorge Leandro Rangel sufrió un accidente el pasado 22 de noviembre
presentando fractura en la pierna y el hombro. Está recluido en la
cama 12 del piso 4 del Hospital Pablo Acosta Ortiz.
Rangel
ha acudido a pedir ayuda a la oficina de atención a los indígenas del HPAO, sin embargo no ha habido
respuesta efectiva. Él considera que el retraso en la intervención a su hijo se
debe a que no cuenta con recursos, ya que otros heridos han llegado posterior a
él y sí han recibido atención oportuna.
“Hay
otros que han salido primero porque pagan
(…) la plata que traje la he
gastado porque no hay nada hay que comprar inyectadoras, algodón, alcohol,
todo. Ellos me ayudan es con los antibióticos pero a veces no hay”, dijo el
denunciante. Pidió al gobierno regional que se aboque a solucionar las
deficiencias que se presentan en el principal centro de salud del estado,
además de exigir al personal médico que cumpla su rol.
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