sábado, 26 de septiembre de 2009

SEGURIDAD.!

Miguel Cardoza
San Fernando de Apure

Hoy una vez más escribo acerca de la inseguridad.
Está comprobado que seguridad, es la primera exigencia actual de los venezolanos a las autoridades competentes, debido a la alta incidencia delictiva, que en miles de casos implica la muerte; algunos en condiciones fáciles de entender, otros complejos para explicar, pero que tienen un común denominador, son rechazables y debe castigarse a los autores sea cual sea la circunstancia.
Muchas veces, no sólo yo, miles de venezolanos, hemos comentado, escrito o de cualquier forma nos hemos tomado tiempo para rechazar las prácticas ilícitas, y estoy seguro que hemos coincidido en tres puntos, los cuales han aumentado el auge delincuencial:
  1. La deformación de la conciencia colectiva
  2. La ineficacia gubernamental
  3. La corrupción en los cuerpos de seguridad

Estos tres elementos han permitido la elevación escandalosa de las cifras de violencia, en el país.

Parece repetitivo el discurso, ¿no? Aunque parezca insistente, los sucesos lo requieren, además es lo mínimo que puedo hacer como ciudadano, expresar mi punto de vista con el fin de expresar mi opinión o también aportar un granito de arena, para que en el futuro la conciencia no me recrimine, además, es un problema que nos afecta a todos por igual.

En muchos casos las autoridades encargadas, han sido ineficientes, lo que "colabora" con los delincuentes, y muchas veces, la situación va más allá, quienes están encargados de velar por la estabilidad social del país, presuntamente contribuyen con el delito. Grave, ¿no? Pues sí y presuntamente no son simples anécdotas sino historias reales que involucran a funcionarios con hechos fuera del marco legal.

He aquí, un punto muy difícil, actuar contra los malhechores, estando algunos agentes de seguridad involucrados en delitos, estos últimos puden pasar la información a los delincuentes sujetos a investigación. Por ello, en recopilación de propuestas de distintos analistas y las cuales me parecen viable a continuación las presento.

  1. Depuración minuciosa en los cuerpos de seguridad
  2. Equiparlos adecuadamente, iniciando el equipamiento por los aspectos escenciales como armas, patrullas, tanto vehículares como motorizadas
  3. Aumentar el sueldo de los agentes policiales. La pregunta que surge en este punto es ¿Con los recortes presupuestarios actuales, se puede lograr? La respuesta es afirmativa, ya que como gerentes públicos de una u otra forma existe la manera de lograrlo e incluso de no haber otra vía, se pueden elevar solicitudes de créditos adicionales
  4. Emprender un desarme masivo, rescatando todas lar armas posibles, tanto sin documentación correspondiente y/o en manos de personas sin porte de armas. Es de reconocer que no es fácil desarrollar ésta medida, por la falta de disposición a entregarlas, no obstante, con asesoría de expertos y acciones mancomunadas entre distintos cuerpos de seguridad se puede lograr, incluyendo también la ayuda comunitaria, es decir, que los vecinos informen de quienes tengan conocimiento que poseen armas, obviamente bajo condición de anonimato

Lo anterior descrito pudiese llamarse elementos administrativo o gerenciales en búsqueda de soluciones, pero tampoco debemos olvidar el factor social - familiar, el cual no le corresponde a las autoridades.

Como individuos y las familias en general, debemos tener cuidado con nuestras actitudes y recordar que todos somos importantes mutuamente, es decir, cada acción que ejecutamos en el hogar, calle, trabajo cualquier lugar tiene repercuciones, y nuestra imágen como adultos (aunque parezca insignificantes), es ejemplo para los niños; por ende nustra tarea es actuar correctamente delante de toda la sociedad, además, alimentar continuamente nuestro interior con acciones que nos nutran y produzcan bienestar, para así, lograr la paz, que impide o al menos minimiza, nuestro accionar violento como ciudadanos.

No todo es culpa de las autoridades, o de los órganos de justicia, que dejan muchos casos impunes, sino también la mentalidad tergiversada de muchos, que recientemente han cometido crímenes dantescos como asesinatos de niños u homicidios con dispáros en el rostro, sin la menor compasión.

Obvio los delincuentes se forman sólos, y, no por instrucción familiar, pero en muchos casos el origen es filial y social, por lo tanto nuestra colaboración vale, y la prácticamos siendo mejores ciudadanos cada día.

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