Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
La polarización acentuada por
la situación nacional, en torno a la Mesa de Unidad Democrática y el Gran Polo
Patriótico como los más grandes grupos políticos en el país, no fue suficiente
para que ambas tendencias lograran la tan anhelada alianza perfecta. En el caso
de Apure, algunas pugnas irreconciliables quedaron demostradas con las
postulaciones recibidas por el Consejo Nacional Electoral, las cuales se
esperan que divulgue con detalles oficiales este jueves o viernes.
El chavismo presentó candidatos
en tres bloques. Unos representados por el gobernador Ramón Carrizalez, con la ventaja de ser respaldados por el partido que gobierna (Psuv), los del Movimiento 4 de
febrero liderados por el alcalde del Distrito Alto Apure, Jorge Rodríguez, con mayor fuerza en el alto Apure; y
los encabezados por Nicmer Evans a través de Marea Socialista, organización que postuló sus aspirantes con otras tarjetas, debido a la negativa del CNE en avalar su nombre. Todos seguidores de la revolución pero con
posiciones encontradas en cuanto a las propuestas y acciones para mejorar o
consolidar el desarrollo del estado.
Del sector opositor regional,
aunque se conocía de divergencias, no se esperaba de la inscripción de una
plancha distinta a la MUD, en vista del mensaje reiterado que profesan
exigiendo unión como mecanismo de triunfo para trabajar en pro del cambio
nacional. La disyuntiva la encabezaron los dirigentes del MAS y el Movimiento Ecológico de Venezuela,
quienes oficialmente no son integrantes de la Unidad. Sobre otros grupos, es
de resaltar que los cristianos evangélicos, con Nuvipa, inscribieron sus candidaturas por
separado, como es habitual; al igual que pocas organizaciones “independientes”.
Más que liderazgos, en algunos casos los postulados no tienen una verdadera conciencia de cambio y reconocen que tendrán un pobre desempeño electoral, no obstante, la intención principal de varios es oponerse a determinadas figuras.
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