Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
Uno
de los hechos por los cuales aún hay detenidos tras las protestas que se
iniciaron el 12 de febrero en el país es el caso de los estudiantes
aprehendidos en los campamentos de la denominada resistencia que integraban
jóvenes en diferentes puntos de Caracas, uno de ellos frente al PNUD.
Durante
esa acción militar realizada la madrugada del 08 de mayo se detuvo a varios
manifestantes, uno de ellos Anderson Briceño un joven apureño y que aún
permanece junto a otros recluido en el Helicoide, acusados de instigación
pública y agavillamiento.
A
Anderson no le permiten visitas de amigos o allegados. Sólo lo ha podido ver su
madre y la única forma que se ha comunicado con el mundo externo, a la sede del
Sebin, ha sido por escrito. En la audiencia del pasado 29 de julio todos esperaban
que se le otorgara libertad al menos condicional, como ha ocurrido en muchos
casos, sin embargo, ello no se logró. El juez negó sustituir la medida.
El
pasado mes de junio Briceño escribió unas cortas líneas que envió a sus amigos
a través de su compañero Ángel Castillo quien también estuvo detenido pero
salió en libertad tras la primera audiencia. Allí, pese a que tenía poco tiempo
confesaba que se estaba comenzando a impacientar por la preocupación debido a
que es un tema relacionado al mundo político, además después de varias
audiencias aún no hay humo blanco respecto a su caso.
“Hola muchachas espero que estén bien las extraño mucho,
a todos. No es fácil estar aquí, ya llevo casi 30 días (cuando escribió la
carta) sin ver el sol. Metido 23 horas y
media en una jaula de 3 metros de ancho y 5 metros de largo. Estoy con 15
personas casi durmiendo uno encima del otro. Casi estoy perdiendo la cordura”,
escribió Anderson a principios de junio. Finalizó con un segundo
párrafo, señalando: “no se hasta cuándo pueda
seguir con mi sonrisa. Las quiero (…) y los muchachos los extraño demasiado (…)
pronto regresaré”.
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