Miguel Cardoza
Twitter: @MiguelCardoza
San Fernando de Apure
La
legalización de las drogas es un tema muy complejo como otros que
paulatinamente iremos tratando en este espacio. Tiene sus detractores, la
mayoría si nos circunscribimos al continente americano, más aún si reducimos el
espacio de acción a Venezuela y aún mayor rechazo si analizamos el tema basándonos
en la idiosincrasia o cultura del estado Apure. En el vecino país, Colombia, es
un tema de amplia discusión en los medios de comunicación, no así en Venezuela,
donde pese a que hay constantes acusaciones de transculturización y copia de
otras naciones, polémicos debates como este llegan después, así de lento como
se produce el “abandono” del sub-desarrollo – digo – si es que vamos hacia el
“desarrollo”. ¿Qué tiene que ver el desarrollo con esto? Mucho, no porque ello
directamente signifique avance, no obstante podría ser un paso hacia la
disminución de elementos que generan violencia, punto muy discutido en el país
y que sí impide el desarrollo.
Muchos
presentan razones solidas para oponerse y otros apelan a la “moral” para plantear
sus argumentos. Los de pensamiento liberal dan el visto bueno a esta iniciativa
pero hay un grupo que la defiende por conveniencia. No he conversado con
ninguno, pero imagino que a los mafiosos no les gustaría esta idea, porque con
lo ilegal de la venta de diversas sustancias el negocio es más jugoso. Aunque
sea más peligroso (poco les importa) les genera más ingresos ya que la
comercializan a un precio más alto. También debo decir que millones de personas
de bien no les gusta esta propuesta.
El punto a favor
de convertir las drogas sintéticas en “un producto más”, es que ya no sería
ilegal adquirirlas por lo que su costo económico disminuiría y sería un duro
golpe a los grandes narcotraficantes o micro traficantes que son los
beneficiados por la venta. ¿Y el daño a la población? Ciertamente lo existirá,
sin embargo solo basta un claro ejemplo para ilustrar este análisis, desde
pequeños nos enseñan que el cigarrillo es dañino y aún así muchos – se les
respeta– lo tienen como parte de su vida diaria. Que cada quien escoja si la
consume o no. Ah! El cigarrillo y la cafeína también son drogas.
Desde el
ángulo de los detractores justifican su oponencia porque aumentaría el consumo,
además no todos los países están preparados para ello. En esto se puede
responder afirmativamente porque cualquier persona podrá acceder a ellas y
produce consecuencias para la salud muy negativas, además el consumo se ha
incrementado aún siendo ilícitas. Esto también está respondido con el ejemplo
anterior.
Otro punto
importante es que remitiendo este tema a un país y un estado como el nuestro
tan “religioso” el simple hecho de que sea libre la elección sobre el consumo o
no genera suspicacia solo con pensarlo. Pero la realidad es que este mundo es
cambiante y no podemos vivir solo por prejuicios o por lo que históricamente ha
sido.
Hay cosas
que deben cambiar. Muchas veces hasta sin saberlo la sociedad lo exige, porque
piden acciones en determinados temas y quizás en lo que se oponen allí está la
respuesta.
Los espero aquí el próximo lunes y nos escuchamos de
lunes a viernes de 12:10 del mediodía a 2:00 de la tarde en “Punto de
Encuentro” por La Mega Hertz 96.5 FM.
Comentarios,
sugerencias y opiniones al correo: miguelcardozaprensa@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario