Miguel Cardoza
Twitter: @MiguelCardoza
San Fernando de Apure
La situación decadente en el Hospital Pablo Acosta Ortiz
continúa. Ni los cadáveres escapan a la cruda realidad del centro hospitalario.
“La morgue está en terapia intensiva. La cava donde resguardan los cadáveres
que llegan a ciertas horas de la noche, y por ciertas causas no le hacen la
autopsia, ahora no van a tener esa garantía que se pueda realizar al siguiente
día porque las cava, que tiene 8 cubículos, lamentablemente el motor se
fundió”, denunció José Antonio Gómez, miembro de la Contraloría Social Simón
Bolívar y miembro de Sintrasalud.
Recordó que al hospital se le han otorgado muchos recursos y
pese a ello la situación de precariedad permanece. “No hay cama donde acostar a
los difuntos, no hay iluminación eficiente para que los expertos puedan revisar
minuciosamente los cadáveres, hay problemas con el agua, los inodoros, entre
otras áreas. Los trabajadores de la morgue tampoco pueden descansar porque las
cucarachas y las ratas no lo dejan tranquilos (…) y es por eso que los amigos
morgueros en sus tiempos de descanso tienen que estar debajo de los mangos día
y noche”, expresó.
Rechazó que algunos difuntos han sido víctima de los
roedores y los animales rastreros. “Algunas veces los muertos les falta parte
del dedo grande del pié porque se los comen; ni los muertos se salvan de las
ratas y cucarachas de la morgue del hospital. Da tristeza porque hay animales
de estos que llegan hasta la cocina (…) hemos tenido la mala suerte que los
últimos administradores del hospital han hecho desastre. El llamado es para el gobernador designado y
al Defensor del Pueblo, porque ha estado callado ciego, sordo y mudo”, enfatizó.
Exhortó a las autoridades del principal centro de salud del
estado para que se aboquen a resolver este tipo de fallas que evidencian el
abandono y falta de higiene básica del HPAO.
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