domingo, 28 de diciembre de 2008

TRÁGICA SITUCIÓN EN ORIENTE MEDIO


El caos se resume en la vista de fotografías que narran mas claro que las palabras la grave situación que padece la zona.





















EL PAVIMENTO, CASAS Y TODO DESTRUIDO.


Cazas israelíes lanzaron el sábado más de 100 toneladas de bombas sobre instalaciones de seguridad en Gaza, que dejaron por lo menos 230 palestinos muertos en el inicio de una campaña para detener los ataques con cohetes y morteros que han traumatizado el sur de Israel.
Murieron por lo menos 230 palestinos, en su mayoría milicianos, y más de 400 resultaron heridos en una de las jornadas más sangrientas en décadas de enfrentamientos entre israelíes y palestinos. Los israelíes tuvieron un muerto y seis heridos.
El asalto sin precedentes provocó protestas en todo el mundo Árabe. Muchos aliados occidentales de Israel exhortaron a la moderación, aunque Estados Unidos culpó a Hamas por los enfrentamientos.
Pero no había fin a la vista. Israel insinuó que perseguiría a los líderes de Hamas, y los milicianos seguían lanzando andanadas de cohetes. Unidades blindadas y de infantería israelíes se desplazaban hacia la frontera con Gaza en preparación de una posible ofensiva terrestre, dijeron oficiales bajo la condición de anonimato impuesta por los reglamentos militares.
En el primer ataque del domingo por la madrugada, aviones israelíes destruyeron una mezquita cerca del hospital Shifa en ciudad Gaza, dijeron fuentes palestinas. No hubo reportes iniciales de bajas y el ejército no hizo declaraciones.
En una declaración televisada el sábado, el primer ministro Ehud Olmert dijo que el objetivo era “provocar una mejora fundamental en la situación de seguridad de los habitantes del sur del país”, y añadió que “podría tomar algún tiempo”.
Los ataques causaron gran pánico y confusión en Gaza, mientras que nubes de humo negro se elevaban sobre el territorio, gobernado por Hamas desde hace unos 18 meses. Algunos de los misiles israelíes cayeron en áreas densamente pobladas en momentos en que los niños salían de la escuela, y mujeres salieron a las calles buscando frenéticamente a sus hijos. Por lo menos 15 civiles murieron, según las fuentes.
Los milicianos suelen operar contra Israel desde zonas civiles, lo que ha provocado gran mortandad en la población durante las represalias del estado judío. El sábado por la noche, las fuerzas israelíes inundaron los teléfonos celulares de los habitantes de Gaza con mensajes en árabe que los exhortaban a alejarse de las casas donde pudiera haber depósitos de armas de los milicianos.
La ofensiva comenzó ocho días después del fin de una tregua de seis meses entre Israel y los milicianos. Según el ejército israelí, los milicianos dispararon unos 300 cohetes y morteros contra blancos israelíes la semana pasada y 10 veces esa cifra durante todo el año.
“Hay un tiempo para la calma y hay un tiempo para luchar, y ahora es tiempo de luchar. La operación se ampliará si es necesario”, dijo el ministro israelí de la Defensa, Ehud Barak, durante una conferencia de prensa.
Los líderes del estado judío habían amenazado con una ofensiva en gran escala.
Hamas dijo que se vengará, no sólo con ataques de cohetes, sino enviando comandos suicidas a Israel. “Hamas seguirá la resistencia hasta su última gota de sangre”, dijo Fawzi Barhoum, vocero de Hamas, en declaraciones a una emisora de radio de Gaza.
Cuando se le preguntó si Israel podría ahora continuar sus ataques contra los líderes políticos de Gaza, la portavoz militar Avital Leibovitz dijo: “Cualquier instalación de Hamas es un blanco”.
En el complejo principal de las fuerzas de seguridad en ciudad de Gaza, se encontraron los cadáveres de más de una decena de agentes uniformados tendidos en el suelo. Un oficial sobreviviente alzó el índice, en una muestra desafiante de fe al estilo musulmán. El jefe de policía de Gaza estaba entre los muertos.
Estallaron las protestas hacia Israel, tanto en Cisjordania, el otro territorio palestino — controlado por el presidente moderado Mahmud Abbas —, como en otras partes del mundo árabe.
Abbas dijo en un comunicado que condenaba “esta agresión” y pidió contención, dijo un asesor, Nabil Abu Rdeneh.
Varios centenares de jordanos enfurecidos protestaron frente a un complejo de Naciones Unidas en Amán. “¡Hamas, sigue adelante! Tú eres el cañón, nosotros las balas”, fue una de las exclamaciones. Varios manifestantes ondearon los estandartes verdes característicos de Hamas.
En Beirut, decenas de jóvenes salieron a las calles y prendieron fuego a neumáticos. En el campamento al-Yarmouk, en las afueras de Damasco, decenas de palestinos protestaron por el ataque también, prometiendo continuar su lucha contra Israel.
El primer ministro británico Gordon Brown, el Vaticano, el secretario general de la ONU y el enviado especial al Oriente Medio Tony Blair pidieron una restauración inmediata de la calma. La Liga Arabe convocó una reunión de emergencia para el domingo a fin de discutir la situación.
En Washington, el portavoz de la Casa Blanca Gordon Johndroe dijo: “Los continuos ataques de Hamas contra Israel deben cesar si se quiere poner fin a la violencia. Estados Unidos llama a Israel a evitar bajas civiles en sus ataques contra Hamas en Gaza”.

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