Diario Panorama, Zulia.Bala Fría mata a Bebé de tres meses.
El hecho ocurrió, casi a la medianoche del miércoles 24, en Altos del Sol III. La bebé, Glexy Bravo Fernández, murió ayer en el Materno Cuatricentenario.
Mientras dormía, en una humilde vivienda en Altos del Sol III, una bala fría acabó con la vida de Glexy Dayana Bravo Fernández, de tres meses y 12 días de nacida, en la víspera de Navidad.
Cuando faltaban 20 minutos para la medianoche del miércoles 24, el proyectil atravesó el techo de zinc e impactó en la oreja izquierda de la bebe, quien dormía en su corral.
En las calles de arena de la barriada en la calle 95, de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, vecinos lloraban la trágica pérdida y se quejaban por la inseguridad.
Un funcionario de la subdelegación Maracaibo del Cicpc indicó que la menor falleció por “una herida por arma de fuego en la región auricular izquierda”.
Con un profundo pesar, el padre de la niña, Sergio Bravo, contó, en las afueras de la medicatura forense.
“Como es tradición, en casa habíamos cenado temprano. La bebé se tomó su tetero, se quedó dormidita en mi cama y, al rato, su mamá la pasó para el corral. Eran como las 11:25 pm. En la calle, había mucho ruido, estallaban cohetes. De pronto, a los 15 minutos de acostarnos, sentí un sonido fuerte en el techo y me levanté enseguida. Pensaba que eran los fuegos artificiales, pero cuando revisé a mis hijos, vi a la bebe bañada en sangre. Mi esposa empezó a gritar desesperada y entre los dos la sacamos del cuarto. La llevamos al Materno Infantil Cuatricentenario, con la ayuda de mi hijo mayor, de 19 años, y de un vecino. Cuando llegué al hospital el médico me dijo que todavía estaba viva, pero a los 15 minutos, falleció”, relató.
Bravo, quien se desempeña como mecánico, indicó que la bebe era la menor de cinco hermanos y había nacido prematura (de siete meses) el pasado 13 de septiembre.
El padre de la infante desconoce quien realizó el tiro al aire que apagó la vida de Glexy. Estaba enardecido: “Si hubiese sabido quien disparó lo busco y lo mato. Estamos cansados de la inseguridad, ésta es una situación muy dura, es primera vez que me sucede algo así”, dijo.
Tras recibir el cuerpo en una pequeña urna blanca, el padre partió a la vivienda. Allí, la mamá, Gledys Fernández, lloraba desconsolada.
Varios vecinos aseguraron que en el sector ocurrió, esa noche, un enfrentamiento.
Mientras dormía, en una humilde vivienda en Altos del Sol III, una bala fría acabó con la vida de Glexy Dayana Bravo Fernández, de tres meses y 12 días de nacida, en la víspera de Navidad.
Cuando faltaban 20 minutos para la medianoche del miércoles 24, el proyectil atravesó el techo de zinc e impactó en la oreja izquierda de la bebe, quien dormía en su corral.
En las calles de arena de la barriada en la calle 95, de la parroquia Francisco Eugenio Bustamante, vecinos lloraban la trágica pérdida y se quejaban por la inseguridad.
Un funcionario de la subdelegación Maracaibo del Cicpc indicó que la menor falleció por “una herida por arma de fuego en la región auricular izquierda”.
Con un profundo pesar, el padre de la niña, Sergio Bravo, contó, en las afueras de la medicatura forense.
“Como es tradición, en casa habíamos cenado temprano. La bebé se tomó su tetero, se quedó dormidita en mi cama y, al rato, su mamá la pasó para el corral. Eran como las 11:25 pm. En la calle, había mucho ruido, estallaban cohetes. De pronto, a los 15 minutos de acostarnos, sentí un sonido fuerte en el techo y me levanté enseguida. Pensaba que eran los fuegos artificiales, pero cuando revisé a mis hijos, vi a la bebe bañada en sangre. Mi esposa empezó a gritar desesperada y entre los dos la sacamos del cuarto. La llevamos al Materno Infantil Cuatricentenario, con la ayuda de mi hijo mayor, de 19 años, y de un vecino. Cuando llegué al hospital el médico me dijo que todavía estaba viva, pero a los 15 minutos, falleció”, relató.
Bravo, quien se desempeña como mecánico, indicó que la bebe era la menor de cinco hermanos y había nacido prematura (de siete meses) el pasado 13 de septiembre.
El padre de la infante desconoce quien realizó el tiro al aire que apagó la vida de Glexy. Estaba enardecido: “Si hubiese sabido quien disparó lo busco y lo mato. Estamos cansados de la inseguridad, ésta es una situación muy dura, es primera vez que me sucede algo así”, dijo.
Tras recibir el cuerpo en una pequeña urna blanca, el padre partió a la vivienda. Allí, la mamá, Gledys Fernández, lloraba desconsolada.
Varios vecinos aseguraron que en el sector ocurrió, esa noche, un enfrentamiento.
Noticias 24
Murió en Propatria mientras celebraba la Navidad
Frente a sus amigos, en el piso cinco del bloque 11 de Propatria, frente al apartamento número 55 murió Fernando José Manrique, de 19 años, a las 2:35 de la madrugada del pasado 25 de diciembre. Se desangró luego de que lo alcanzaran cuatro balas que desde el cerro del bloque 11 dispararon “Lacreao” y su banda al pasillo donde estaba Fernando.
El joven se había detenido en uno de los extremos; él y sus amigos se despedían. Todos regresaban desde la planta baja de lanzar fuegos artificiales.
El sonido de las balas se confundió con el de los triquitraquis, por eso varios moradores tardaron en salir a auxiliar al herido. Su tía, Rosa Gisela Mendoza, fue de las primeras en enterarse de lo que había pasado. Ella bajó desde el piso siete, vio a su sobrino tirado en el piso, todavía caliente, pero ya muerto. Buscó sábanas, lo cubrió y se fue hasta el cerro que está frente al bloque 11 -que lleva ese mismo nombre- a buscar al líder del grupo. Cuando lo vio, lo enfrentó.
Él levantó el arma que llevaba empuñada, apuntó a la mujer y con el cañón pegado a la cabeza la interpeló: “¿Qué pasó?”, le dijo.
Ella, llena de impotencia por lo que recién había ocurrido, le espetó: “Mataste a mi sobrino, maldito. Eres un maldito”. “Lacreao” se quedó callado y no atentó contra ella. La dejó regresar viva.
A las 10:05 de la mañana, cuando llegaron los funcionarios del Cicpc, ella seguía al lado de Fernando José Manrique. Allí contó todo lo que pasó y cómo pasó.
Recordó que “Lacreao” en lo que va de 2008 ha sumado, sólo en ese edificio (el bloque 11 de Propatria), siete víctimas. A todos los ha matado igual que a Fernando, desde el cerro.
Llena de impotencia y desbordada de rabia, Rosa Gisela comenzó a gritar como si el propio asesino pudiera, en ese momento, escucharla: “Mírame bien la cara “Lacreao”, me lo mataste, pero allá arriba hay un Dios… no te tengo miedo”.
Luego, con el mismo tono lleno de rabia, pero quebrado por el llanto, intentó hacerle un llamado al presidente de la República: “Presidente Chávez, ¿cuándo será que se va a ocupar de la delincuencia? Nos están matando. Están matando gente buena. Mi muchacho era sano, trabajador, responsable… Trabaje y haga algo”.
En el hecho, un amigo de Fernando, Alan Garnier, resultó herido. Una de las balas que los miembros de la banda de “Lacreao” disparó le rozó un brazo, pero ya en la mañana estaba en su casa.
Fernando estudiaba tercer año en un parasistema y además trabajaba en una miniteca como Dj y lo hacía desde los 14 años, insistieron en resaltar algunas de las vecinas y primas.
El joven se había detenido en uno de los extremos; él y sus amigos se despedían. Todos regresaban desde la planta baja de lanzar fuegos artificiales.
El sonido de las balas se confundió con el de los triquitraquis, por eso varios moradores tardaron en salir a auxiliar al herido. Su tía, Rosa Gisela Mendoza, fue de las primeras en enterarse de lo que había pasado. Ella bajó desde el piso siete, vio a su sobrino tirado en el piso, todavía caliente, pero ya muerto. Buscó sábanas, lo cubrió y se fue hasta el cerro que está frente al bloque 11 -que lleva ese mismo nombre- a buscar al líder del grupo. Cuando lo vio, lo enfrentó.
Él levantó el arma que llevaba empuñada, apuntó a la mujer y con el cañón pegado a la cabeza la interpeló: “¿Qué pasó?”, le dijo.
Ella, llena de impotencia por lo que recién había ocurrido, le espetó: “Mataste a mi sobrino, maldito. Eres un maldito”. “Lacreao” se quedó callado y no atentó contra ella. La dejó regresar viva.
A las 10:05 de la mañana, cuando llegaron los funcionarios del Cicpc, ella seguía al lado de Fernando José Manrique. Allí contó todo lo que pasó y cómo pasó.
Recordó que “Lacreao” en lo que va de 2008 ha sumado, sólo en ese edificio (el bloque 11 de Propatria), siete víctimas. A todos los ha matado igual que a Fernando, desde el cerro.
Llena de impotencia y desbordada de rabia, Rosa Gisela comenzó a gritar como si el propio asesino pudiera, en ese momento, escucharla: “Mírame bien la cara “Lacreao”, me lo mataste, pero allá arriba hay un Dios… no te tengo miedo”.
Luego, con el mismo tono lleno de rabia, pero quebrado por el llanto, intentó hacerle un llamado al presidente de la República: “Presidente Chávez, ¿cuándo será que se va a ocupar de la delincuencia? Nos están matando. Están matando gente buena. Mi muchacho era sano, trabajador, responsable… Trabaje y haga algo”.
En el hecho, un amigo de Fernando, Alan Garnier, resultó herido. Una de las balas que los miembros de la banda de “Lacreao” disparó le rozó un brazo, pero ya en la mañana estaba en su casa.
Fernando estudiaba tercer año en un parasistema y además trabajaba en una miniteca como Dj y lo hacía desde los 14 años, insistieron en resaltar algunas de las vecinas y primas.
El Universal
Navidad Roja
Fernando fue de los 49 que, desde las 4:00 de la tarde del 23 de diciembre, hasta las 10:00 a.m. del 25 de diciembre, fueron asesinados en Caracas. También de los 450 que durante todo diciembre han ingresado a la morgue de Bello Monte por distintas causas (homicidios, accidentes de tránsito, causas sin determinar y algunas que murieron de forma natural).
Hasta las 10:00 a.m. del 24, el libro reflejaba un ingreso de 398 cadáveres; ayer ya se completaban los 450. Según fuentes del Cicpc, de ese total 80% son como Fernando, personas inocentes que murieron a tiros y tiñeron de rojo estas navidades.
Hasta las 10:00 a.m. del 24, el libro reflejaba un ingreso de 398 cadáveres; ayer ya se completaban los 450. Según fuentes del Cicpc, de ese total 80% son como Fernando, personas inocentes que murieron a tiros y tiñeron de rojo estas navidades.
41 Muertos en noche de Navidad
Diario 2001
Un total de 41 muertes violentas es la cifra conocida de manera extraoficial, de cuerpos que ingresaron a la morgue de Bello Monte durante las festividades del 24 de diciembre.
Se pudo conocer que mientras en las neveras de la morgue reposaban 26 cuerpos, más los que aún no habían sido entregados de días pasados, en la calle, la furgoneta del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, estaba recogiendo a media mañana de este 25, quince cadáveres que estaban en la calle y en los diversos centros asistenciales de la ciudad. Vale destacar que, de dicha cifra, cinco muertes son por accidentes de tránsito y otra es producto de un supuesto suicidio, pero los demás fallecidos son provenientes de diversas barriadas caraqueñas, del estado Vargas y Miranda, producto del accionar del hampa.
Richard Blanco, prefecto de Caracas, se dirigió a la Morgue de Bello Monte para manifestar públicamente que desde la Alcaldía Mayor han enviado comunicados para reunirse con las autoridades competentes y buscar la forma de darle una solución a la problemática de los muertos los fines de semana y días feriados, destacando que son varias las cartas a la directiva del Cicpc, del Ministerio del Interior y Justicia y de la propia Presidencia, para firmar una mancomunidad y tal vez hasta construir una nueva morgue porque, a su juicio, lo vivido por los deudos que se acercan hasta dicha dependencia para retirar los cuerpos de sus familiares, es una experiencia nada agradable, en donde esperan hasta el día siguiente para poder retirar los cadáveres.
Diario 2001
Mataron tres jóvenes en El Valle
Tres jóvenes que eran familia, entre 20 y 24 años fueron asesinados por una banda hamponil la madrugada de este 25 de diciembre, en la calle 2 de los Jardines de El Valle, después de que los asesinos abrieran un boquete en el techo del hogar de las víctimas y por allí entraran a matarlos.
Fuentes policiales han comentado que Darwín Betancourt, de 22 años de edad, Edgar Alejandro Betancourt, de 24, y su primo José Rojas, se encontraban durmiendo dentro de una casa del sector antes mencionado, cuando de pronto un grupo desconocido de maleantes logró ingresar a la casa por el techo y dispararon por lo menos en veinte oportunidades en contra de los jóvenes, quitándoles la vida.
Los sujetos aparentemente huyeron del lugar por el mismo boquete en el techo, mientras que familiares de las víctimas que estaban dentro de la casa intentaron auxiliar a los agredidos, pero no pudieron salvarlos debido a la cantidad de heridas recibidas durante la masacre. La misma fuente comentó que los vecinos del sector han catalogado a los jóvenes como muchachos sanos que eran deportistas, pero otra versión manejada por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, de la sub delegación El Valle -oficina que lleva el caso- indica que los muertos habrían tenido algún tipo de problema con una banda del sector y la misma habría decidido cobrársela.
Es bueno acotar, según la información preliminar ofrecida por las fuentes, que los antisociales que actuaron en este hecho no se llevaron nada de la casa de las víctimas.
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