El Informador, BarquisimetoLos cadáveres de dos hombres fueron localizados ayer en el sector El Portachuelo, vía a Carorita. Estaban atados con las manos hacia atrás, con la cabeza cubierta con franelas y aprisionadas con cinta adhesiva. Presentaban disparos de gracia en el cráneo.
Efectivos de la Brigada Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) iniciaron las pesquisas sobre este doble homicidio que pudo haberse perpetrado durante la noche del martes, presunción que basan en los comentarios de residentes que dijeron haber escuchado varias detonaciones a eso de las 7:00 p.m. y la aceleración de un vehículo no descrito.
Un cadáver se localizó a menos de tres metros de la vía y el otro a cuatro. Entre cuerpo y cuerpo había aproximadamente dos metros de separación. En el sitio no se localizaron elementos de interés criminalístico, como casquillos que pudieran determinar qué tipo de arma se utilizó.
Fue en horas de la tarde, mediante las pruebas de necrodactilia que el CICPC pudo identificar a una de las víctimas. El subcomisario Alirio Cermeño Alcalá, jefe de la Subdelegación Barquisimeto, lo identificó como Jair Javier Escalona Escalona, de 30 años, residente de la avenida Los Horcones del barrio Tierra Negra, quien registraba una entrada policial por el delito de hurto. Sobre la otra víctima, al cierre de esta edición, no se había podido obtener su identidad, pero se cree que también es residente de Tierra Negra.
Para Cermeño Alcalá, es necesario conocer la versión de los familiares respecto al sitio donde fueron sometidos y así abrir el abanico de presunciones para llegar hasta los autores del doble crimen. Aunque no es la hipótesis definitiva, presume que sea un ajuste de cuentas.
En lo que va de año se han producido otros crímenes similares en este sector. En febrero se hallaron los cadáveres de Darwin Rafael Terán, de 30 años, y Wilmer Alberto Adjunta Figueroa, de 27 años, ambos con signos de tortura y disparos de gracia en la cabeza. En marzo fueron encontrados amordazados y con disparos en la cabeza los cadáveres de Joel Enrique Benítez Pacheco, de 20 años, y Humberto Rafael Mendoza, de 19 años.
En lo que va de año cinco presuntos antisociales han sido abatidos al resistirse a la autoridad, en tanto que, en mayo el joven Anuar Simón González Sivira, de 13 años, fue asesinado por sujetos que dispararon contra un camión donde él iba; y el 28 de octubre, el crimen de José Alfredo Quiñónez, de 46 años, asesinado a puñaladas.
El subcomisario Alirio Cermeño Alcalá, jefe de la Subdelegación Barquisimeto, dijo que hay que esperar las versiones de los familiares para orientar las pesquisas en relación a la autoría de este doble asesinato.
Efectivos de la Brigada Contra Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) iniciaron las pesquisas sobre este doble homicidio que pudo haberse perpetrado durante la noche del martes, presunción que basan en los comentarios de residentes que dijeron haber escuchado varias detonaciones a eso de las 7:00 p.m. y la aceleración de un vehículo no descrito.
Un cadáver se localizó a menos de tres metros de la vía y el otro a cuatro. Entre cuerpo y cuerpo había aproximadamente dos metros de separación. En el sitio no se localizaron elementos de interés criminalístico, como casquillos que pudieran determinar qué tipo de arma se utilizó.
Fue en horas de la tarde, mediante las pruebas de necrodactilia que el CICPC pudo identificar a una de las víctimas. El subcomisario Alirio Cermeño Alcalá, jefe de la Subdelegación Barquisimeto, lo identificó como Jair Javier Escalona Escalona, de 30 años, residente de la avenida Los Horcones del barrio Tierra Negra, quien registraba una entrada policial por el delito de hurto. Sobre la otra víctima, al cierre de esta edición, no se había podido obtener su identidad, pero se cree que también es residente de Tierra Negra.
Para Cermeño Alcalá, es necesario conocer la versión de los familiares respecto al sitio donde fueron sometidos y así abrir el abanico de presunciones para llegar hasta los autores del doble crimen. Aunque no es la hipótesis definitiva, presume que sea un ajuste de cuentas.
En lo que va de año se han producido otros crímenes similares en este sector. En febrero se hallaron los cadáveres de Darwin Rafael Terán, de 30 años, y Wilmer Alberto Adjunta Figueroa, de 27 años, ambos con signos de tortura y disparos de gracia en la cabeza. En marzo fueron encontrados amordazados y con disparos en la cabeza los cadáveres de Joel Enrique Benítez Pacheco, de 20 años, y Humberto Rafael Mendoza, de 19 años.
En lo que va de año cinco presuntos antisociales han sido abatidos al resistirse a la autoridad, en tanto que, en mayo el joven Anuar Simón González Sivira, de 13 años, fue asesinado por sujetos que dispararon contra un camión donde él iba; y el 28 de octubre, el crimen de José Alfredo Quiñónez, de 46 años, asesinado a puñaladas.
El subcomisario Alirio Cermeño Alcalá, jefe de la Subdelegación Barquisimeto, dijo que hay que esperar las versiones de los familiares para orientar las pesquisas en relación a la autoría de este doble asesinato.
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