En la frontera colombo venezolana se respira un ambiente de normalidad, sin embargo los habitantes de la zona con nacionalidad colombo-venezolana sienten temor e incertidumbre, razón por la cual a tempranas horas de la noche se encierran en sus casas.
El Amparo se ha convertido en un pueblo desolado con mucho menos transeúntes que de costumbre, locales comerciales abiertos pero con pocos clientes y una tensa calma debido a un posible cierre de la frontera.
Pocos vecinos se atreven a opinar sobre la situación, aunque murmuran entre ellos mismos que ya tienen las maletas recogidas.
En un recorrido por los puestos de control pudimos evidenciar que se ha reforzado la presencia de efectivos militares tal y como lo anunciaran las autoridades de la zona.
El paso por el puente Internacional José Antonio Páez permanece abierto y por el río Arauca en el sector conocido como el paso de la canoa, también. Sin embrago a diferencia de otros temporadas se ve muy poca afluencia de colombianos entrando al país.
Isaura Ramos
Foto: Jesús Gallardo
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