San Fernando de Apure
Ciertamente
la tolerancia colectiva en cuanto a sexodiversidad es mayor que en décadas
anteriores, no obstante sigue siendo un desafío y tema pendiente en cuanto a formación cultural y
eliminación de prejuicios, ya que la inclinación sexual no
se elige. Sí es decisión personal la conducta que se asume.
Explorando
en el tema se evidencian aspectos más profundos que la simple discriminación.
Son detalles de los que aún poco se habla por el desconocimiento de los
derechos y por ello millones prefieren mantenerse en el anonimato. Hersheiser
Petrofky, presidente de la Fundación Renacer,
una organización sin fines
de lucro que aboga por el reconocimiento
de las personas LGBT en Apure, habló sin inconvenientes. Reconoce que no es
nada fácil enfrentarse a grandes obstáculos pero se muestra dispuesto a
exponerse.
Apure: poco reconocimiento
Apure: poco reconocimiento
Está
consiente que en Apure predomina el “machismo” y es un asunto que diariamente
enfrenta la población homosexual y lésbica. Sin embargo, frente a algo que aún está
lejos de erradicarse, explica que cuando alguien asume públicamente su
preferencia sexual crea “una especie de caparazón o barrera para protegerse”. Ello
con preparación previa, disponiéndose a ignorar los señalamientos de miles. Una
situación bastante compleja.
“Venezuela
es uno de los países con mas atraso en materia de derechos para homosexuales en
Latinoamérica. Solo son reconocidos nuestros derechos básicos, pero hay
detalles que coartan nuestro libre desenvolvimiento, como el tema de la
identidad para personas transexuales, el matrimonio igualitario o la adopción”,
explica Petrofky quien afirma que no todo termina en las restricciones,
comparadas con las personas
heterosexuales, sino que son sometidos a tratos denigrantes como “las preguntas
de rutina con agentes policiales que se burlan cuando hacen algunas requisas o
en cualquier semáforo, instituciones publicas, bancos, automercados, farmacias,
en cualquier lugar. Somos objeto de burla”.
Es
enfático al manifestar que “no se trata de que alguien te acepte o no. Es una
cuestión de respeto y tolerancia. El pueblo debe entender que somos iguales a
ellos, la única diferencia es nuestra preferencia sexual”. Pese al historial de
cuestionamientos y obstáculos confía que “en Apure algún día los ciudadanos
evolucionarán en su forma de pensar”.
Una visión errónea de personas LGBT
Una visión errónea de personas LGBT
A
su juicio, el tema de fondo se centra en que “se han creado una visión errada
de los homosexuales. Somos gente trabajadora, preparada y competente en
cualquier ámbito de la sociedad”. Y en esta perspectiva de ver el tema
“erróneamente” ha influido mucho la iglesia. Esta entidad llanera con la
predominación mayoritaria de practicantes evangélicos hace que la situación sea más difícil para la
sexodiversidad, debido a que la postura es aún
más radical que la adoptada por la iglesia católica que, mantiene su
rechazo pero ha optado por no discriminar abiertamente.
“Es
fuerte porque siempre se nos acercan para decirnos que tenemos que
arrepentirnos y pedir perdón por nuestros pecados, siempre citan un famoso
versículo de la Santa Biblia que indica que somos aborrecidos ante los ojos de
Dios. Pienso que Dios es un ser Supremo del cual somos obra y creación, no es
un ser castigador, sino símbolo de amor, paz y divinidad”, manifiesta
Petrofky exigiendo respeto.
Pero
el ser abordados en la calle por un pastor o miembro de iglesia es sólo una
parte del panorama, ya cuando se es adulto. La formación religiosa viene de
casa y desde niño comienza la batalla silenciosa. “Es
complicado desde que inicias el pre-escolar. Los niños te miran y te tratan
diferente. Pasa por la educación primaria, secundaria, bachillerato y la
universitaria. Hasta ahora, todo el tiempo hemos sido discriminados. Hay
quienes se han suicidado por no poder controlar la presión (…) Es más triste la
realidad a la cual nos enfrentamos cuando llegamos a la adolescencia”. La
decisión que tome la familia influye mucho en los estados de ánimos y conducta.
Sexodiversidad no es sinónimo de discapacidad
Sexodiversidad no es sinónimo de discapacidad
Son
vicisitudes de gran dimensión que demostrarían que ser gay, bisexual, lesbiana
o transexual no es de personas débiles,
sino fuertes. Los años se adelantan porque se debe enfrentar problemas de
adultos desde pequeños. No obstante, Petrofky considera que se han roto
paradigmas porque en la actualidad ciudadanos LGBT “son médicos, abogados,
profesores, ingenieros, de hecho ministros, viceministros, diputados, alcaldes,
gobernadores, concejales y altos dirigentes tanto del sector público como de la
alta gerencia de empresas privadas y en cualquier área, porque somos capaces de
asumir cualquier responsabilidad”.
El
detalle es que no todos lo asumen. “No todos tienen el coraje y la valentía
para asumirse públicamente homosexuales, sin embargo, existe un grupo que sí
nos atrevemos a vivir sin tabúes, que respetamos nuestra propia sexualidad para
ser felices. Vivir tal como nos sentimos cómodos, agradeciendo a Dios cada día
por la oportunidad de disfrutar una vida sana y ojalá muy pronto libre de
violencia y discriminación”, enfatizó.
En
otras naciones ya tratar el tema de la sexodiversidad no es tan complicado pero
a juicio de las fundaciones como Renacer se ha avanzado lento. Las claves están,
en lo personal la aceptación y en lo colectivo el respeto y reconocimiento.
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