@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
La
violencia llegó al aula. A las 4:40 de
la tarde, la docente de Pre-Militar en el Liceo Bolivariano
Daniel O´leary de San Fernando, Zeni Escalona, resultó herida ya instalada dentro del aula de clases, justo
cuando verificaba la asistencia de los alumnos de 5to año sección C, donde le
correspondía realizar una evaluación.
“Estaba
en el escritorio, primero entró una piedra por la ventana y rebotó en la mesa
de un alumno, volteo hacia la ventana y venía otra piedra, no me dio tiempo de
esquivarla y me impactó en la frente. Me coloqué la mano y al verme era mucha
sangre”, contó la docente quien se
siente indignada y triste por la situación a la que se ha llegado.
Escalona
cuenta que previamente, mientras cantaban el Himno Nacional para dar
apertura al turno de actividades en horario de la tarde, desconocidos lanzaron
3 botellas, situación que le molestó. Indicó que desde octubre pasado los hechos violentos se han
incrementado dentro del plantel. Recordó que en diciembre la profesora Lourdes
Morillo fue lesionada en condiciones similares, y en otro incidente rompieron
el parabrisas de un carro.
La
profesional de la educación presume que es una estrategia que utilizan vándalos
en conjunto con estudiantes mala conducta para provocar la suspensión de
actividades. “Hemos estado rodeado de mucha gente mala. Cuando yo entré a la
institución vi a un desconocido que vestía una guardacamisa azul y una gorra
amarilla o anaranjada, no recuerdo bien;
estaba con estudiantes pero no dentro de mi salón. Cuando ingresé al aula ellos
se retiraron de la ventana, pero intercambiaron palabras con mis alumnos”,
explicó Escalona.
Cree
que todo estaba planificado. “Como aquí parece que mandan son los alumnos,
presumo que trataron de sabotear porque enemigos en la institución no tengo, ni
los malas conducta son enemigos. Quienes lo hicieron quizás fue para que se
suspendieran las clases, porque como han
ocurrido tantos hechos siempre se hace eso”, comentó la afectada.
Zeni Escalona manifestó sentir tristeza por la
situación de degradación social a la que se ha llegado. “Lloraba. Me
preguntaban: ¿te duele? y yo decía sí, pero también sentía era mucho
sentimiento. Decía, qué triste mi trabajo, esto no era así, hasta donde hemos llegado.
A veces no dan ganas de trabajar, cómo es posible que en mi escritorio sea
víctima de esto. La piedra me hubiese impactado un poco más abajo y pierdo el
ojo”, señaló. Exigió a los entes encargados responsabilizarse. Sugirió
ampliación de la cerca perimetral, ya que los delincuentes penetran por
diferentes áreas de la institución.
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