viernes, 9 de enero de 2015

Colas y tensión se incrementan a diario en Apure

Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure

Desde finales de la semana pasada, luego de recibido el año nuevo, se agudizó el problema de las colas en San Fernando así como en otras ciudades. Ante la recurrencia de las largas filas en los establecimientos que comúnmente están más abastecidos de los productos escasos. Los testimonios coinciden.
Los usuarios consultados calculan que al menos dos días debe dedicar algún miembro de las familias con varios integrantes a hacer cola, siendo esto aún más palpables en los sectores de escasos recursos que son la gran mayoría en Apure, según datos oficiales del INE. Muchos que no tienen tiempo o  prefieren no exponerse a la situación deben comprar los productos a los revendedores a precios elevados, aunque tampoco es tarea fácil obtenerlos todos por esa vía.
“No hay harina, papel higiénico, ace, jabón; mientras pasan más los días esto está peor y lo que falta. He conseguido algunas cosas pero he tenido que ir a varios sitios y se encuentran caros. En  todos los negocios no se consiguen, a veces hay que ir hasta Guayabal”, comentó una ciudadana que cuestionaba que la situación persistiera.
Xiomara Duarte lamenta el problema y manifestó su desagrado pero afirma que no tiene otra opción que ir a los establecimientos a pernoctar por largo tiempo. “Es bastante patético que los venezolanos estemos en esta situación cuando tenemos un país tan rico. Esto es el  día a día, para encontrar leche, azúcar, harina, ace, papel higiénico. Ni desodorante o  toallas sanitarias, que son elementales en el aseo personal, hay en los negocios. Es horrible la situación”, exclamó la ciudadana.
Otra de las consultadas indicó que la dificultad es mayor y el estrés aumenta cuando se trata de solventar necesidades de niños, porque no entienden lo que sucede. “Tengo nietos. Las colas son desde las 2 de la madrugada y cuando uno llega, detrás de tanta gente, ya no hay nada. Se desvía o  no llega, no sabemos”, criticó Rosa Quinto, quien no se acostumbra a vivir de esta forma.
Dijo que debe recorrer varios locales y agregó que va a varias colas por semana. Para cada rubro es una fila distinta ya que no  están disponibles todos los artículos, además los días de surtido son  distintos  y habitualmente se venden el primer día que son puestos en los anaqueles. “En muchas ocasiones se pierde el tiempo. Dan números y me toca el 500, cuando entro ya se ha terminado”, comentó Quinto mientras se quejaba por el inclemente sol que debía soportar para poder comprar papel.
El profesor Alexis Rojas manifestó que en su casa se reparten las responsabilidades y como jefe de hogar a los hombres también les corresponde. Su esposa trabaja en una escuela bolivariana y a él le ha tocado tener paciencia para soportar sol y desplantes en esta tarea.  “Hay artículos de primera necesidad como aceite, mantequilla u otros que están desaparecidos, sino se compran a los revendedores pero a un precio muy superior y no siempre hay plata para eso”, manifestó Rojas.

Esta semana funcionarios de la Guardia Nacional han incrementado la presencia en los establecimientos con  la finalidad de evitar situaciones irregulares, como empujones y hasta golpes como ha ocurre a diario y sumado a ello evitar cualquier situación donde los compradores se salgan de control y puedan ocasionar daños a locales comerciales o incluso trifulcas que se salgan de control.

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