viernes, 21 de noviembre de 2014

Recomiendan austeridad en navidad ante perdida de la capacidad de compra

Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure

Pese a que significa un “respiro” el pago de utilidades, al comparar el monto recibido con la inflación en todos los sectores no resuelva mucho, aún más en familias numerosas y con hijos pequeños que dependen de sus padres. Frente al dilema de qué hacer con lo poco extra a la quincena recibido, consultamos al economista Marcos Hernández, quien es egresado de la Universidad Central de Venezuela y destacado en análisis del área.
La primera recomendación es tener austeridad e inclinarse por lo principal, servicios o productos que sean útiles pero no de primera necesidad deben ser obviados por muy tradicionales que parezcan. Otro punto en el que es enfático en exhortar a que  no gasten todos y aunque  sea poco, si la capacidad lo permite ahorren, aspecto que considera difícil.
“Hay que ordenar los gastos. La primera lucha es no te mueras de hambre, hay que                 comer. En segundo lugar procuremos que no nos caiga el techo encima y tercero tratemos de tener lo mínimo para no salir desnudos a la calle. Atender sólo necesidades primarias porque nuestros ingresos han sido confiscados por el gobierno. La inflación no es otra cosa que un proceso confiscatorio mediante el cual te cobran un impuesto informal donde el Estado despoja al ciudadano de su ingreso a través de un proceso, que primero es la pérdida del valor interno de  la moneda y después la devaluación”, explicó Hernández.
Considera que ha habido una devaluación progresiva acentuada en los últimos años,  pero que inició en la década de los años 70, sólo que con el actual modelo el problema se ha agravado. “Una vez que se devalúa el efecto sobre los precios es este que se está viviendo (…) viene desde antes pero en el año 1983 con el famoso viernes negro se modifica por primera vez la paridad cambiaria y ha habido tiempos en que la devaluación fue fuerte. Luego la devaluación se mantuvo reprimida porque mantuvimos un anclaje cambiario, pero posteriormente pasó de bolívar a bolívar fuerte, luego de manera soterrada comienza un  ataque sobre la moneda. Eso que llaman guerra económica comienza con la salida de divisas y ello porque estamos importando prácticamente todo (…) a partir de allí hay grandes extractores de dólares en complicidad con altos funcionarios públicos”, explicó  el economista.
Pare Hernández todo el panorama oscuro que se presenta se debe a que se insiste en un modelo que colapsó. Aunque en Venezuela no se aplican de lleno políticas marxistas recordó la frase de un profesor suyo: “el engaño más grande que ha tenido la humanidad ha es el marxismo, porque creó esperanzas pero no creó soluciones”. Hizo referencia a gobiernos que tienen cierta afinidad con las autoridades venezolanas como Perú y Bolivia, sin embargo, los modelos son distintos al de Venezuela y por ende la realidad económica ha mejorado.


Los raspacupos
“Son unas personas que le hacen trampa al gobierno que por otro lado le hace trampa a ellos. El ciudadano tratando de protegerse a través de algo que es injustificable, pero normal en un proceso racional porque los decisores económicos actúan con racionalidad aunque recurran a acto deshonestos. Es un círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo”.

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