lunes, 7 de julio de 2014

5 mil 500 reses brahma han desaparecido del hato El Porvenir

Miguel Cardoza
@MiguelCardoza
San Fernando de Apure

El Hato El Porvenir, ubicado en Bruzual, municipio Muñoz del estado Apure, lo conforman 12 fundos que completan 39 mil hectáreas. Hasta el año 2011 cuando fue invadido “oficialmente” habían 18 mil reses de la fina raza Brahma. Esa referencia ya no es la misma de hace 60 años cuando sus propietarios de origen austriaco-alemán se asentaron en la zona.
Cinco mil 500 cabezas de ganado de la mencionada raza han desaparecido desde que fueron tomadas algunas fincas, aunque esta cifra pudiese ser mayor debido a que en lo transcurrido del año no se han contado los animales por la imposibilidad de desplazarse por las fincas. El valor del ganado perdido supera los 70 millones de bolívares, según un reportaje del periodista Francisco Olivares en El Universal, que estuvo en el sitio.
“Tras de las expropiaciones de fincas están operando mafias, presuntamente ligadas a organismos gubernamentales, o al menos con contactos en las diferentes instancias del poder local y militar, que en combinación con los líderes de algunas organizaciones comunales sustraen los bienes pertenecientes a los hatos productivos invadidos y los negocian con estas mafias que se llevan el producto a Colombia”, cita el trabajo periodístico el cual mas adelante resalta que ha habido desforestación e indica que la DIM está investigando el tráfico de ganado y madera.
Uno de los accionistas, Adrian De Fries, mostró lo que afirma son los documentos que certifican su propiedad y la productividad del predio, que señala ha sido confirmado en las diferentes inspecciones realizadas. De 1500 vacas de reproducción sólo quedan 500 lo que hace peligrar la continuidad de la raza Brahma 100% pura.
Con 18 años laborando para El Porvenir, el administrador del hato Kenny Rafael Duin, lamenta las condiciones en las que se encuentran no sólo las estructuras sino los encargados, 58 trabajadores fijos y otros 30 que contratan para actividades eventuales. Desde diciembre de 2013 la venta está paralizada y el Instituto Nacional de Tierras no les ha dado el permiso para vender, lo que implica que en lo transcurrido del año la empresa no cuenta con ingresos y la nómina se paga con préstamos bancarios.
La más reciente “invasión” ocurrió en mayo de 2014 cuando tomaron los tres corrales más importantes del hato, 6 de las viviendas y fundaciones donde habitan algunos trabajadores y sus familias. Unas 200 personas ingresaron con motos y camiones. Además de sentirse despojados paulatinamente de su propiedad, los dueños se sienten agredidos por calificativos como “enemigos del pueblo” “terrófagos” y “explotadores del campesino”, cuando afirman sólo se han dedicado a trabajar por varias décadas que se invirtieron para producir el ganado de raza y la carne de primera.

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