@MiguelCardoza
San Fernando de Apure
Pese
a que significa un “respiro” el pago de utilidades, al comparar el monto
recibido con la inflación en todos los sectores no resuelva mucho, aún más en
familias numerosas y con hijos pequeños que dependen de sus padres. Frente al
dilema de qué hacer con lo poco extra a la quincena recibido, consultamos al
economista Marcos Hernández, quien es egresado de la Universidad Central de
Venezuela y destacado en análisis del área.
La
primera recomendación es tener austeridad e inclinarse por lo principal,
servicios o productos que sean útiles pero no de primera necesidad deben ser
obviados por muy tradicionales que parezcan. Otro punto en el que es enfático
en exhortar a que no gasten todos y
aunque sea poco, si la capacidad lo
permite ahorren, aspecto que considera difícil.
“Hay
que ordenar los gastos. La primera lucha es no te mueras de hambre, hay
que comer. En segundo lugar procuremos que no nos
caiga el techo encima y tercero tratemos de tener lo mínimo para no salir
desnudos a la calle. Atender sólo necesidades primarias porque nuestros
ingresos han sido confiscados por el gobierno. La inflación no es otra cosa que
un proceso confiscatorio mediante el cual te cobran un impuesto informal donde
el Estado despoja al ciudadano de su ingreso a través de un proceso, que
primero es la pérdida del valor interno de
la moneda y después la devaluación”, explicó Hernández.
Considera
que ha habido una devaluación progresiva acentuada en los últimos años, pero que inició en la década de los años 70,
sólo que con el actual modelo el problema se ha agravado. “Una vez que se
devalúa el efecto sobre los precios es este que se está viviendo (…) viene
desde antes pero en el año 1983 con el famoso viernes negro se modifica por
primera vez la paridad cambiaria y ha habido tiempos en que la devaluación fue
fuerte. Luego la devaluación se mantuvo reprimida porque mantuvimos un anclaje
cambiario, pero posteriormente pasó de bolívar a bolívar fuerte, luego de
manera soterrada comienza un ataque
sobre la moneda. Eso que llaman guerra económica comienza con la salida de
divisas y ello porque estamos importando prácticamente todo (…) a partir de
allí hay grandes extractores de dólares en complicidad con altos funcionarios
públicos”, explicó el economista.
Pare
Hernández todo el panorama oscuro que se presenta se debe a que se insiste en
un modelo que colapsó. Aunque en Venezuela no se aplican de lleno políticas
marxistas recordó la frase de un profesor suyo: “el engaño más grande que ha
tenido la humanidad ha es el marxismo, porque creó esperanzas pero no creó
soluciones”. Hizo referencia a gobiernos que tienen cierta afinidad con las
autoridades venezolanas como Perú y Bolivia, sin embargo, los modelos son
distintos al de Venezuela y por ende la realidad económica ha mejorado.
Los raspacupos
“Son
unas personas que le hacen trampa al gobierno que por otro lado le hace
trampa a ellos. El ciudadano tratando de protegerse a través de algo que es
injustificable, pero normal en un proceso racional porque los decisores
económicos actúan con racionalidad aunque recurran a acto deshonestos. Es un
círculo vicioso que se retroalimenta a sí mismo”.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario